Nunca sabes lo que te va a deparar el resto de tu vida, aunque lo planifiques, no eres consciente mientras vives,  pero de una forma misteriosa todo está tejido, está enmarañado desde el inicio, o al menos así lo intentamos creer, buscando lógicas relaciones en la persona que eres ahora y la que has sido tiempo atrás, dónde has crecido, con quién has compartido, qué has vivido, qué te enseñaron y qué has sentido…

No estaría segura al afirmar que cada uno se va marcando su camino conforme crece, tampoco lo contrario, que a cada paso que das te vas encontrando con casualidades o fortunas o desgracias de las que no eres responsable. Quizá una mezcla de cada cosa. Sí que pienso que es más que importante todo lo vivido y las decisiones que uno haya ido tomando para conformar su futuro, pero quiero creer que también existen otros caminos, otras  motivaciones que tú no controlas, no puedes imaginar, no sabes en definitiva, que se entrecruzan en tu día a día y te van construyendo a tí misma, a capricho, a voluntad de no sabemos quién…

Después de 40 años, puedes ver o discernir como se ha tejido en esa misteriosa maraña casi casi todo lo que has vivido, puedes encontrarle un sentido, una explicación, a veces no es más que una excusa, pues no puedes explicar…

Es como vivir en una carrera, en un reto deportivo… todo lo que haces durante las semanas previas a ella va a ser reflejo ese día, o quizá no… Si trabajas mejorarás, si entrenas obtendrás resultados, si continuas y te marcas objetivos alcanzables los lograrás… Durante el camino algunos días te ha vencido la pereza, el frío, el cansancio, el malhumor, el tiempo y el stress del día a día… y todo eso se va sumando para hacer menos distancia recorrida, menos esfuerzo implementado, menos rendimiento en definitiva…

Pero como decía las sorpresas existen, y resulta que a veces te enfrentas a retos para los que estás especialmente motivada, o simplemente ha pasado el tiempo adecuado para que tu cuerpo haya descansado y toma… te superas a ti mismo, y a los demás también.

¿Qué buscas corriendo cada vez más o más rápido?, ¿para qué necesitas hacer eso? ¿ganas dinero?… esta y muchas preguntas similares me hacen constantemente mi gente. ¿Cómo explicar que tu vida no tendría sentido si no te la plantearas de esa forma?. Da lo mismo el correr o el subir una cima, o luchar por la paz en tu barrio… la vida es un reto y el valor del esfuerzo y el sacrificio está en cada carrera, en cada paso que damos. Las recompensas son más que satisfactorias si alcanzas lo que has buscado.

 

Cuando veo cómo crecen mis hijos, cómo piensan, cómo están amueblando su cabeza para el hombre y la mujer que serán en futuro, inmediatamente mi mente viaja a cómo fui, qué hice, cómo lo hacía yo… y entras en la tentación de querer dirigir su destino como un día lo dirigieron los tuyos… Me gusta mucho observar, ver. Me encanta mirar, aunque a veces parezca que no mire… Y me encanta verlos crecer, verlos hacerse preguntas, ver cómo toman sus responsabilidades y cómo no, cómo están comenzando a tejer la maraña de su vida. Y sé que su vida seguirá su curso, todo lo que nosotros hayamos hecho por ellos pasará a un segundo plano, pero todo lo que les hayamos hecho pensar, discernir y valorar sobrevivirá…

En mi ha sobrevivido con los años el afán de superarme día a día, el valor del esfuerzo que me enseñaron mis entrenadores y mis padres, el sacrificio, en el que siempre crecí, y el trabajo, el trabajo, el trabajo… que todo lo consigue. He conseguido cruzar muchas metas, algunas con apoyo, otras yo sola, muy sola. Me gustan más las carreras con alguien a mi lado, que me apoye, que me motive, que me diga que yo puedo conseguirlo aunque en el fondo yo ya lo sepa… Este domingo me puse al lado de un chico, el de la foto de arriba. Después de adelantarlo dos ó 3 veces y pensar que se podría picar conmigo le dije «Voy a ir a tu lado, no te molestes por esto, voy a intentar cruzar la meta contigo a tu ritmo». No tardo ni un segundo en motivarse también él y ofrecerse para que yo llegara bien, sin bajar el ritmo y sin sufrir demasiado. Realmente no hizo nada, pero el hecho de estar a mi lado y saber que no podía dejar de seguirle, me motivó. Conseguí un buen tiempo, aunque no mi mejor tiempo en 10K. Conseguí el primer puesto en mi categoría y el cuarto de todas las chicas. Es agradable contar con alguien en el camino, aunque sepas llegar, aunque sepas que puedes… es agradable saber que no estás sola, y tus resultados mejoran considerablemente así.

Mi próximo reto son 21 Km. Mi reto deportivo. Es una dura carrera, laaarga. También dura y larga carrera es la personal, la de mi día a día, aunque tengo claros los retos, todavía no sé qué sorpresas (en forma de personas como el domingo…) me deparará el camino. El trabajo en el deporte es sencillo, en la vida es mucho más complicado.

No existen entrenadores de vida como en su día no existían entrenadores de padres primerizos…

Os espero en mi próximo reto.

isabel