No mires, siente…
“No podemos escapar de lo que somos, lo que sentimos, lo que pensamos.
Lo llevamos en nuestro interior, se percibe en nuestra mirada, aunque no podamos ver…
Somos lo que hemos vivido, amado, odiado, reido y jugado, esforzado y disfrutado.
Puedes cambiar el modo de ver a los demás, también lo que los demás ven de ti, puedes elegir qué mostrar a los que te rodean.
Mira lento, mira adentro, no es necesario que abras los ojos para ver. Mira con el corazón…”
A veces se hace complicado elegir lo más adecuado para contar. A veces sentimos y vivimos tanto, que mejor nos acurrucamos y nos lo guardamos… por si comienza a salir todo de nuestra cabeza de malas formas o buenas, como a esta chica…
Y me encuentro con varias posibilidades, la entrada fácil y chula del Trail Xeresa, que volví a hacer podium; la triste, que fue la pérdida de una amiga de la juventud; la difícil, afrontar momentos de difíciles decisiones, la bonita, seguir pintando y dejando escapar en los lienzos tus suspiros, o la mejor, seguir hablando de lucha, deporte, superación, esfuerzo… Un poco de todo quizá…
Me volvió a encantar el Trail. Volví a apuntarnos, esta vez en Xeresa. Una grata sensación de escapar de esa semana dura y complicada, de respirar, en todos los sentidos, aunque te faltara el aire al subir. Volví a sentirme muy muy bien. Hice una buena carrera, esta vez sin tantas prisas como en Perenxisa, conservando un poco más, pero acabando 2ª de la general y 1ª de mi categoría… No fue tan dura como la anterior, y había una bajada mortal y genial a la vez en los 2 últimos kilómetros que me hicieron sentir con muchas alas…
Tomé la decisión de completar 3 de las 4 carreras del Circuito Trail de Valencia, para computar en clasificación, así que probablemente os cuente alguna carrera más…
El domingo, del subidón, me apunté al Duatlón de Moncada. Necesito seguir probándome, me encanta marcar nuevos retos, y más me gusta superarlos.
He pensado mucho estas semanas en lo complicada que parece nuestra existencia. Y lo sencilla que es a la vez, si te esfuerzas en entenderla. Lo realmente complicado siempre lo hacemos nosotros, y con nosotros mismos a veces. He pensado mucho en la sensación de vacío que debe quedar en una familia al marcharse un ser querido, tan joven, alguien dinámico, activo, alegre… Y cómo a la vez, no podemos hacer nada por evitar que todo transcurra con la misma normalidad de siempre. Y tiene que ser así, a veces tenemos que seguir haciendo las cosas como si no pasara nada, seguir la vida, pues sino llega el abismo, lo peor… Así que nos encontramos que estamos gran parte del tiempo haciendo parecer como que todo va bien, para que realmente vaya bien…
Nuestra mente es muy poderosa. He podido experimentar personalmente cómo tu mente es capaz de hacer contigo cosas que tú nunca hubieses pensado. Sólo tenemos que entrenarla, como a todo. Me gusta pensar que todo lo podemos entrenar, nuestra mente, nuestro corazón, nuestro cuerpo, cualquier habilidad se puede convertir en excelente con un poco de empeño (o mucho) que alguien le ponga. Y el empeño está en tu interior.
Esto son los retos. Si te entrenas en superar retos (los que tú te marcas), estarás preparado para afrontarlos cuando se presenten los otros retos, los de tu día a día, los que no esperas. Por eso intento combinar varias disciplinas, probarme en distintos medios, imponerme mucho entrenamiento y algo de sacrificio, y disfrutar en el desarrollo de cada uno de ellos.
Aún con todo, uno nunca está preparado para ciertos retos; cuando llegan, cuando te topas de morros con ellos, te das cuenta de cuán valioso ha sido tu entrenamiento, no tanto físico como mental, y cuánto le debes a esas sesiones de sacrificio, placer, voluntad y esfuerzo…
Muchas veces, nuestro siguiente reto es proporcional a la angustia que sientes en un momento de tu vida o acabas de sentir, o a un ejercicio de blindaje, tanto físico como mental para prevenir malas situaciones.
Mi próximo reto está cerca. Se llama Maratón de Valencia. Y va tomando forma en mi mente. Cada vez más nítidamente. Mientras iremos superando los pequeños retos que nos vamos planteando.
Alguien pensará que estamos locos, o es posible que casi todos piensen que era cuestión de tiempo, que era el RETO, el gran reto… Es emocionante llegar al momento en que estás capacitado para decidir que «crees» que puedes alcanzarlo. Es un largo camino hasta llegar al momento ese. Para mi lo ha sido. Tengo unos meses por delante para entrenar, sobretodo para entrenar mi mente. Espero llegar fuerte, firme y con ilusión. Espero llegar y superarlo.
Mientras eso sucede, seguiremos marcando hitos, seguiremos viviendo malos y buenos momentos y seguiremos superándolos. Seguiremos tratando de disfrutar, tanto de los caminos del monte como los de la vida.
Mientras seguiremos mirando a nuestro interior con los colores de la alegría, la esperanza… aunque a veces nos encontremos con la soledad del camino.
Isabel