Con la tripa revuelta ya desde hace días. Con los pensamientos amontonados, unos buenos, muchos malos, muchas dudas y algunas alegrías. Hace días que tengo muchas ideas sobre las que escribir, pero se me atasca todo cuando pienso en el día 16. Hoy me he decidido. Y he comenzado soltando mi mente con un dibujo, el que muestro en la entrada. Es mi entrada a meta en la maratón de Valencia de 2018. Es lo que quiero conservar, lo que quiero retener, lo que quiero volver a vivir.
Sé que Castellón no será igual. Nada es igual a correr en valencia. Pero quizá sea mejor. No predispongo nada.
Sin parecer demasiado optimista, debo decir que mi objetivo YA está cumplido. Muchos me preguntan qué tiempo quiero hacer, a cómo quiero ir etc… Únicamente me marqué un objetivo en esta prueba: LLEGAR SIN LESIÓN. Poder disfrutar de un Maratón sin las lesiones previas a la sobrecarga de entrenamiento. Haber superado la fase de machaque previa sin demasiado contratiempo, asumiéndolo con el día a día y sin lesión muscular. Y a falta de 1 semana y con pocos entrenes ya previstos, (como es lógico a estas alturas), estoy bien. Estoy cansada, pero me encuentro bien, no me duele nada (sólo mi cabeza de pensarlo). El objetivo segundo era dosificar, hacerme con la carrera, no volver a padecer tanto en el 35-36, aunque sé que eso va a ser más difícil. Así que con esas dos premisas, mi maratón ya estaría. jajaja ¡¡Qué fácil no?. Pues no. No está.
He cumplido mi parte del trato. He entrenado como una loca casi todo lo que Juan me ha mandado (sólo me he pelado alguna sesión de bici que ha sido imposible por cambios en trabajo etc…), el resto a rajatabla todo. Me he alimentado como Ana Polo me ha marcado, me he mantenido a raya también en eso y sólo me queda recargar esta semana bien mis depósitos para no padecer ese día.
Me he agobiado mucho algunos días, he pensado millones de veces que realmente no puedo, que no seré capaz, y a la vez he pensado que sí lo sería, que lo iba a hacer bien, pero siempre con dudas, con incertidumbre, infravalorando mi trabajo y el de todos los que han confiado en mi… (plas plas, golpecitos a la cabeza. ¡Que no, que no pienses, que sigas y ya está!). Esto al final es como el colegio, si haces los deberes apruebas seguro, si quieres nota ya debes currártelo más.
Le he reclamado a mi entrenador que me pusiera más km a la semana, porque algunos maratonianos entrenan barbaridades y yo me veo con poco, y me entran más dudas. Pero no, y menos mal, no creo que hubiera llegado sin lesión. !Mi entrene combinado con la bici va a salir bien, seguro que sí¡. Os lo contaré el domingo.
Nunca sabe uno para lo que está preparado su cuerpo hasta el momento de enfrentarse a ello, somos incapaces de valorar la situación en el previo, y esta distancia no la domino, las dos veces me he visto justa para acabar y quiero poder hacerlo bien.
Castellón no será etiqueta de nada, pero me ha permitido el tiempo que Valencia no me da, he podido tomarme más meses de entrene y creo que ha sido fundamental para la no lesión. Es una buena fecha. En próximas ediciones valoraré Sevilla.
Es difícil explicar cómo se siente una la semana de antes de enfrentarse a la prueba más dura que ha hecho nunca. Sólo puedo contaros qué intento hacer para no agobiarme demasiado, y es lo que hago con casi todo lo que quiere sobrepasarme: seguir adelante, sacar el día a día para así sacar el todo. Es sencillo. La vida es sencilla. No pienses en el maratón como 42 km un día. Piensa como un día tras otro, un cúmulo de entrenes, una rutina, unos hábitos, una constancia y un sacrificio, pero llevadero. Como la vida. Después todo sale, todo llega.
Me haré mi lista de pensamientos, uno para cada km. Si alguien quiere que lo tenga en cuenta que me haga una señal jeje. Pero seguro que no faltarán todos los que me apoyan todos los días para ser un poquito mejor, aunque nunca me lo digan. Los que se emocionan con mis carreras y siempre están. Los que me ayudan a entrenar. Mis chicos, mis entrenadores, mi dieta sanus psicóloga (jajaja), mis compañeros de club, mi familia, mis compañeros de caminos, mis amigos, mis seguidores fans de redes, mis compañeros de trabajo, y !!!todos los que cuando me preguntan me escuchan la cháchara de corredor¡¡¡.
Espero contar buenas noticias, si no lo son, también las contaré y aprenderemos todos.
Y no, mamá, no ganaré. Tampoco ganaré esta carrera. Porque ya la he ganado. Como todas. Aunque no quede primera. No hay más perdedores que en la carreras, en las que sólo gana uno/a, pero a la vez cada uno gana mucho más que arriesgó.
Mi tarea está cumplida, he estudiado y he hecho los deberes. !!Que nadie me pegue ningún virus por favor¡¡, y si todo va bien, el domingo moriré en Castellón, pero viviré unos cuantos años más.
Isabel. 9 Febrero
Imagen extraída de la Maratón de Valencia 2018. Entrada a meta. Dibujo de Isabel Remohí.