Llegó el día. Muchos días, carreras, largos y rutitas en bici este verano. Todas ellas disfrutadas hasta el milímetro, aunque no todas las hiciese en las mejores condiciones. Y el 6 de septiembre llega, y pasa y después de una semana únicamente, mi sensación de que queda tan lejos… y que cuánto hace que no compito!!! Sólo han pasado 7 días y ya estoy ansiosa por volver.

Me encantó. Y cuando algo te gusta y te hace sentir bien quieres repetir. Es muy sencillo. Nuestro cuerpo y sobretodo nuestra mente funciona así. Pero también al contrario. Y tan poderosa es nuestra mente que es capaz de transformar en algo muy malo lo que sólo es un detalle, y en algo muy bueno el mismo detalle. Y si repites ese momento bueno en tu mente y lo «evocas» cuando te sientes mal, consigues sentirte mejor, aunque sólo sea por unos minutos. Pues así me quiero sentir yo, mejor por unos minutos, pensando en esos buenos momentos que desde hace un tiempo, no mucho, me vuelve a proporcionar el deporte, y analizando como ya de cría, me dió algunos de los mejores momentos de mi vida.

Comenzamos mal la entrega de dorsales, con viento y lluvia y la bici de vuelta a casa...

Contro de material y calentamiento. No soy Laura!!!!

Comenzó mal la tarde de antes, mucho viento y una rasca con lluvia que el moquillo empezó a soltarse. No pude dejar la bici, porque hacía viento y no veía seguro que al día siguiente la tuviera entera, y eso le falta a mi «clásica», jajaja. Así que tocaba madrugar más de lo previsto, para dejar material.

Un año más, Patri estuvo conmigo desde el principio, en los calentamientos y en la salida del superesprint, apoyando a Sarai, que era su primera vez. Con su cámara indiscreta. Tuve tiempo de concienciarme, ponerme nerviosa, «desponerme» nerviosa, calentar, ir al servicio tres veces… Luego Patri ya se quedó en la súper zona vip que Alfredo había conseguido. ¡Chulísima!.

¿La distancia?. Un sprint. Para los nuevos/as, 750 mt nadar, 20 km bici, 5 km correr. Le tenía respeto a la distancia, la verdad. Pensaba que sería costoso para mi nivel de entrene, y sobretodo para cómo me había sentido los últimos días, un poco regular, con dolores, gastroenteritis y todo lo que puedo tener junto. Pero es tan automático, que me parece increíble y eso es lo bonito. ¡Cómo ese día no te pasa nada, no te duele nada, sólo tienes ganas de entrar a competir, de que comience ya y de disfrutar!.

Natación

Amanda y yo en la jaula. gafas azules, jeje

 

En la jaula de salida de la natación nervisosísima. Con Amanda nos colocamos en primera fila. Comencé a mi marcheta, pensando que eran muchos metros, sabía que podía con ellos, pero sabía que si salía a tope me agobiaría enseguida, así que marqué mi ritmo medio y no lo solté en todo el rato. Bueno, hasta que trataron de ahogarme debajo del puente. Sí. Como lo lees. Pensaba que era un complot, que no querían que acabara la carrera. La primera cogida vale. Éramos 220 chicas y es normal que nos tropecemos. Pero después otra vez. Y palmada, y otra vez, y se apoyan en mi y me hunden. Mi sensación era que querían hundirme y uff, cómo me enfadé. Me giré, me paré y les grité que adelantaran bien, con voz fuerte y tanto debió ser que se apartaron enseguida y no volvieron a molestar, eran dos e iban juntas. Creo que sus monos eran negros con algo rojo, por si alguien las ha visto, jajaja.

Así que después de ese percance sólo me quedaban 200 metros y a saco.

Salí a los 17 min del agua, o así. Sabía que no era mi fuerte y que mi tiempo no sería bueno, pero pensaba que había sido mucho peor. En cualquier caso, me sentí muy bien, podía respirar, no estaba cargada, podía correr y tenia ganas¡¡¡¡¡

 

Salida del agua y bici

Saliendo del agua contenta. Disfrutando de mi «clásica»

Cuando subí a «mi clásica», sabía que me iba a ir bien también el resto. Cogí un buen ritmo y comencé a adelantar chicas, unas 10 ó 13 más o menos. Mi bici corría veloz, jajaja, y yo me seguía sintiendo genial. En la última vuelta vi cómo Amanda había pinchado, iba delante de mi, y estaba fatal. No fue la única que vi pinchar, y es que el circuito estaba un poco sucio, debió ser el aire del día anterior… Yo como he pinchado 7 veces en 2 meses, siempre voy mirando la carretera, y supongo que tuve suerte ese día, así que conseguí acabar. Adelanté bastantes posiciones. Ya estaba hecho. Sólo faltaba correr, y eso sabía hacerlo muy bien, así que…

 

Entrada con Nuria

Esto es lo mejor en mucho tiempo. Indescriptible y contagiosa su felicidad.

 

Cinta en la cabeza, dejo el casco y a activar mis piernas, que iban un poco cargadas ya.

Conseguí correr muchos metros a 4:20, 4:30 y seguía sintiéndome genial, sentía de nuevo, después de algunas carreras regular, que mis piernas respondían bien, así que me marqué unos 5 k bastante rápidos, no tanto como hubiese querido, pero suficiente para sentirme bien, adelantar a más de 15 chicas y lograr la 5ª posición en veteranas, mi categoría y la 27 de la general.

Captura de pantalla 2015-09-05 a la(s) 20.37.00

Lo mejor para el final. En la rampa de subida distinguí al final, y esta vez sí, a Jorge y a Nuria, que me llamaban, y claro, no lo dudé. La llamé, «ven aquí, corre conmigo, venga Nuri, corre (Forrest corre)» y sin pensárselo saltó a la pasarela y corrió los últimos 50 metros conmigo, con una cara radiante de felicidad, que me contagió todo el día. Ha sido lo mejor en mucho tiempo, verla disfrutar así.

Meta

medallita Finisher y foto Triculp con Sarai y Toni

La experiencia volvió a ser única, y ya van 3 años en el Triatlon de Valencia. ¿Prepararé el Olímpico el año que viene?. Nunca se sabe. Ni siquiera sé cuál es mi próximo reto. Pero no tardaré mucho en decidirlo.

Cuando te sientas mal, recuerda y piensa en esos momentos que te hicieron sonreir. Es una buena aspirina, te lo aseguro. Atesora momentos buenos, que los malos nos acechan demasiado.

Isabel