27 Octubre 2024:

Hace ya un año que corrí mi última media maratón, la de Valencia.

Hoy me he levantado con la retransmisión en Apunt de la prueba deportiva. Récord del mundo, récord de España en mujeres, un montón de caras conocidas, poco ambiente por la lluvia, pero aún así, una emoción que se vive en el ambiente. Valencia es el mejor sitio para correr, eso es indudable.

Hoy se me ha encogido un poco más mi corazón deportivo. Hace un año de esta última carrera, (bueno hice una última de Trail en diciembre), pero tuve que abortar todos mis retos deportivos del 2024 y cambiar mi planificación de vida y deporte.

Primero dolor, una lesión en el labrum de la cadera izquierda que no se recuperaba. Paré. En seco, no correr, no bici, sólo nadar y gym. Y comienzo con las pruebas. Porque ya de paso, no sólo me dolía la cadera, sino que también llevaba con molestias en la rodilla mucho tiempo, y en los talones… Mientras podía aguantar el dolor, adelante que iba, pero la cadera no me dejaba casi andar y dolía, mucho… Chequeo total. Resonancia por aquí, por allá, rayos X, ecografías…

Y el dictamen: no podrás volver a correr. Toma ya!. «Doctor, tenga piedad, deme un rayito de luz, que no puedo vivir sin correr, que han sido los 10 años de mi vida más divertidos, más poderosos, los que más me han aportado a mi autoestima y a mi vida…»

Parece que mi cadera tiene un ángulo que está en el borde de lo normal, es decir, más inclinado de lo que sería recomendable y junto a la rotura del labrum, que es como una capa que recubre la “bola” de la cadera, pues bomba, había llegado al límite de lo que mi cuerpo puede soportar. La mala noticia es que mi configuración de cadera no se puede cambiar. El labrum se puede recuperar pero siempre voy a tener el tope. No entiendo mucho de lo que pasa por dentro de mi cuerpo, pero sí entiendo que llevo un año tratando de mantenerme activa, intentando recuperar mi carrera, no como antes, sino un mínimo que me dé para sobrevivir y saciar mi ansia… y sigo con impedimentos físicos.

Mi rodilla también padece. Siempre pensé que mis lesiones previas de mi vida joven jugando a basket (tobillo roto y rodilla rota, todo en la pierna derecha), han conformado una forma de afrontar mi carrera, mis deportes, cargando la izquierda. Y ahora le toca a esa parte.

Así que me encuentro con unos talones con calcificaciones, con una rodilla con medio cartílago que no existe, con una cadera con dolor cuando menos me descuido, y con un cuello bloqueado cada dos por tres. Seguimiento en reumatología y pruebas y más pruebas. Con los músculos como un toro y con mis huesos que no aguantan… En fin.

La fisioterapia y en concreto Jaume @jaumeperezbaixaulifisio , me guió por un camino difícil, largo pero con alguna esperanza. Pero mi cabeza ha tenido que trabajar más si cabe que el cuerpo. Dejar a un lado la competición, la planificación de objetivos, los retos divertidos y duros, es como dejar una parte de mi en el camino. Y abordar eso, normalizarlo, rehacer tus rutinas, y reenfocarte en poco tiempo, no es sencillo.

He conseguido salir en bici sin problemas en la cadera ni rodilla, aunque el cuello se me engancha cada vez. Sigo trabajando en el agua y en el gym todas las semanas, y visito con frecuencia al fisio y las clínicas de rehabilitación. Llevo una vida activa constante, con ejercicio casi todos los días.

Pero no puedo competir. No puedo correr rápido. No me planteo carreras ni competir en triatlón, porque sé que mis piernas se irán y mi corazón lo dará todo y después será peor.

He dedicado este curso al estudio, a la pintura y dibujo y a un entrene rutinario. Pero no me veréis en muchas carreras. Y me apena pensar que ya no podré hacer el Maratón de Nueva York, o recorrerme las ciudades del mundo así.

Es complicado que las personas que no han vivido algo parecido puedan entender el vacío que deja. Cuando el deporte ha sido para ti la forma de vivir, de superar todo aquello que se te ha planteado, de reforzarte a ti misma en cada reto, marca, copa o ciudad conseguida. Cuando la vida ha querido ponerte a prueba y tu cabeza ya estaba entrenada para con paciencia, trabajo y esfuerzo, salir adelante, sólo puedes ser agradecido con el deporte.

Siento un vacío dentro de mi, muy grande. Cuando hablo de ello casi siempre acabo muda, pues las palabras no son suficientes. Y a la vez, tengo la oportunidad de dedicar tiempo a otras cosas que sé que también me van a llenar. Y así voy creciendo de nuevo y preparándome para afrontar otra etapa de mi vida.

Sigo intentando encontrar un punto cómodo en mi ejercicio diario, correr sin dolor, pero permitiéndome disfrutar del esfuerzo, del paisaje y de la compañía, aunque me he quedado sola en este año de recuperación. El resto ha seguido su evolución deportiva y yo me he quedado en la primera posta.

Soy consciente de todo lo bueno que me ha aportado mi forma de vida deportiva y también de las dificultades físicas que ahora tengo, por ese motivo seguiré intentando adaptar mi futuro, a nuevas formas de moverme, hacer ejercicio y seguir fortaleciendo mi cabeza.

Este período de transición que no sabemos dónde nos llevará…

Isabel