No te rindas nunca

No te rindas nunca
«Se sentía, a pesar de todo, muy bien. El frío sabía que era pasajero, con la soledad y la desilusión ya había aprendido a convivir. Sabía que eso era la vida, el camino que tenía enfrente, y que lo único que podía cambiar era la actitud con la que lo afrontara.»